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ESCAPADA A SUIZA EN SILLA DE RUEDAS


A finales de junio viajamos a Suiza, durante una semana dos personas mi hermana y yo, que voy en sillas de ruedas. Habíamos contratado a través de una agencia de viajes; billetes de avión Madrid-Ginebra y regreso, billetes de tren Ginebra-Lucerna (ida y vuelta), los hoteles en estas dos ciudades y el transporte desde el aeropuerto el día de la llegada y el de salida, con un coche adaptado. El resto del viaje lo iríamos organizando sobre la marcha con la información que habíamos recopilado y las circunstancias…

Salimos desde Sevilla en tren, desde la estación de Atocha al aeropuerto de Barajas nos trasladamos en el bus del aeropuerto (accesible), sin problemas. En Barajas, aunque el servicio de asistencia para personas con movilidad reducida está saturado de trabajo, conseguimos coger nuestro avión, en mi anterior viaje esto no fue posible, después de poner una reclamación, recibí todo tipo de disculpas, pero siguen teniendo mucho trabajo y, con frecuencia, coger el avión a tiempo se convierte en una carrera de obstáculos. Ya en el aeropuerto de Ginebra, nuestro ayudante nos acompañó con el conductor que vino a recogernos hasta la furgoneta adaptada para sillas de ruedas, que nos trasladaría hasta Cornavin Estación Central de trenes de Ginebra, con la finalidad de tomar el tren hasta Lucerna (Luzern en alemán), primer fallo de información, en el aeropuerto de Ginebra se puede coger el tren que va a Lucerna, sí hubiésemos tenido esta información, nos hubiéramos evitado el traslado hasta el .centro de la ciudad, que aunque esta cerca, 5 kilómetros, a las 18.30 h. de la tarde, el tráfico era muy denso. Tras alguna que otra confusión por el idioma y la organización, conseguimos llegar a la estación y al andén desde el que salía nuestro tren, vía 4 a las 20.15 h. la duración del viaje es de dos horas y cuarenta y cinco minutos. El servicio de asistencia para personas con movilidad reducida en los ferrocarriles de este país, consiste en recogerte al lado de “Mobilift” (plataforma para acceder el tren) la ayuda en la subida y bajada del tren, pero no te acompañan hasta la salida, ni llevan maletas, ni ningún otro tipo de apoyo que fuera necesario. Ello hizo que nos encontráramos a las 11 de la noche, en la estación de Lucerna, recién llegadas a una ciudad desconocida, con dos maletas y dos personas una de ellas en silla de ruedas manual, de forma excepcional la revisora del tren nos acompaño hasta la parada de taxis, y allí nos encontramos que el primer taxista dijo que no cabían en su coche maletas y silla, pero ninguno de los nueve taxis que allí estaban, quisieron llevarnos. Pero no todo iba a ser problemas, nuestro hotel estaba muy cerca de la estación, resolvimos el traslado en dos partes; primeros las maletas y después mi hermana me recogió a mí.

Lucerna está situada a orillas del lago de los cuatro cantones, próxima a los montes Pilatus y Regi de los Alpes, tiene una población de 200.000 habitantes (aproximadamente), pertenece a la zona de habla alemana, es una ciudad bastante llana y cómoda para visitarla en sillas de ruedas, aunque no es perfecta en su accesibilidad, no conozco ninguna ciudad que lo sea. Nos alojamos en el hotel Renaissance, en la calle Pilatusstrasse, 15, bien situado, el personal muy agradable, habíamos reservado una habitación accesible, pero nos encontramos dos problemas; una cama grande y más alta que la silla de ruedas y el cuarto de baño, aunque adaptado por la situación de la mampara y del asiento de la ducha, resultaba complicado, casi imposible la transferencia. Planteamos estamos dificultades, intentaron solucionarlas, pero no encontraron la forma.

La oficina de información turística está en el ala oeste de la estación de trenes, hay empleadas que habla español. Tienen editada una Guía sobre los lugares accesibles de la ciudad en ingles, vende tickets para excursiones, tarjetas de transportes, recuerdos, entre otros artículos. Siguiendo, las indicaciones que nos dio nuestra amable informadora, subimos al monte Pilatus una montaña de 2.132 metros; tomamos el tren hasta Alpnachstad, de allí subimos en el tren cremallera hasta muy cerca de la cima de la montaña, donde hay un precioso mirador con cristalera, cafetería y una terraza para disfrutarla los días soleados, el día de nuestra vista estaba nublado y hacía frio. La bajada se puede hacer por el comino de subida, o por la cara opuesta de la montaña, así lo hicimos nosotras, para ello, subes a una telecabina con cabida para unas diez personas, y posteriormente pasas otra telecabina (en ella sólo, pudimos entrar nosotras dos). Las vistas son preciosas por la suavidad de los verdes de la vegetación, la vida apacible que se vislumbra en las casas que salpican la ladera de la montaña y el remanso que produce ver a las vacas pactar con el runrún de sus cencerros, finalizada la bajada, hay que desplazarse andando cuesta abajo durante unos diez minutos, para tomar el bus 1 que nos lleva de regreso a Lucerna. Todo el recorrido es accesible recibes la ayuda necesaria, aunque en la última telecabina queda un desnivel de unos 30 centímetros, que el encargado te ayuda a subir, pero que es casi imposible para una silla de batería.

También visitamos el museo del Transporte, el Picasso-Musseum, en el Richard-Wagner- museum nos quedamos en las inmediaciones, una preciosa Villa antigua residencia del compositor, pero el mal tiempo y las cuestas de los alrededores nos hicieron desistir. El Parque con El Monumento al león de Lucerna (en alemán: Löwendenkmal), (llamado también el León moribundo de Lucerna o León herido de Lucerna) es una escultura labrada entre 1819 y 1821 por el escultor danés Berte. El Puente de la capilla o Kapellbrücke es el puente de madera más viejo de Europa y el segundo más largo con 204,70 metros. Fue construido en el año 1365 y conecta la ciudad vieja con la ciudad nueva, cruzando el río Reuss. En el centro del puente de Kapelburcke, se halla la Torre del Agua o Wasserturm, este puente tiene escalones para accede en sus dos entradas, aunque existe una plataforma que se acciona con la euro-llave, las dificultades de funcionamiento de la plataforma y la gran cantidad visitantes que había, nos impidió acceder, aunque habíamos retirado la euro-llave en la ventanilla 21 del sótano de la estación de ferrocarril, la cual tras una fianza de 20 CHF, la retiras y te permite el acceso a ciertos espacios accesibles. Paseamos por la ciudad, otras veces nos desplazamos en bus, para subir el conductor se baja, cuando llamas al botón situado junto al símbolo de la silla de ruedas, y manualmente despliega la rampa de acceso, te ayuda en la subida y en la bajada. Disfrutamos de la celebración del Festival del día de Lucerna (este año el sábado 29 de junio) que se celebra en distintos espacios de la zona antigua de la ciudad, con numerosos escenarios donde se toca diferentes tipos de música, que va desde la autóctona hasta el rock, se instalan numerosos quioscos de comidas y bebidas, la zona se convierte en un hervidero de gente de todas las edades que se divierte, las actuaciones comienza a las 17 h. y finalizan con los fuegos de artificio a las 23 h.

Los cuatro últimos días de nuestro viaje transcurrieron en Ginebra, a donde regresemos en tren, aquí si pudimos coger un taxi que nos llevo hasta el hotel.

Nos alojamos en el hotel Royal Manotel, en la Rue de Lausanne, 41-43, la habitación adaptada tenía dos camas, un poco más bajas que en el anterior hotel, la adaptación del cuarto de baño era algo más cómoda para las personas en silla de ruedas, aunque hay que señalar que la habitación situada junto a la escalera de bajada, la alfombra del suelo y un pequeño listón en la puerta de entrada, hacían un tanto dificultosa la entrada y salida de la misma, sin ayuda de otra persona.

Ginebra en francés Genève, ubicada cerca de la frontera con Francia, capital del cantón de Ginebra. Es la segunda ciudad suiza después de Zúrich... El área urbana de Ginebra, cuenta con 1.250.000 habitantes. El idioma oficial es el francés, aunque en numerosos servicios y organismo se puede hablar en inglés y, con frecuencia encontramos personas que hablaban español. La ciudad se encuentra situada en la embocadura del río Ródano desde el lago Leman, en el centro una depresión rodeada de montañas situadas todas en territorio francés.

La ciudad vieja, constituida por los barrios de Cité-centre y de Saint-Gervais, se formó sobre y alrededor de una colina sobre la ribera izquierda del lago y de ambas partes de la isla formada por el Ródano. A la multiculturalidad interna que existe en Suiza, se une la externa formada los trabajadores inmigrantes, sí se puede llamar inmigrantes a los de segunda generación, es decir los nacidos en Suiza, por los visitantes que recibe, y las delegaciones de las distintas representaciones, que asisten a los organismos internacionales que se asientan en esta ciudad.

Es una ciudad con numerosas pendientes, sobre todo en el casco antiguo, los dos vehículos turísticos para recorrerla (trenecito y microbús descubierto), no son accesibles para personas en silla de ruedas, por lo que los desplazamientos hay que hacerlos en bus, tranvías y taxis, y andando cuando las distancias son cortas y no hay pendientes pronunciadas, esto se debe de planificar.

La oficina de turismo en la Rue du Mont-Blanc, 1201, a la que se accede por el lateral del edificio, está indicada la entrada para personas en silla de ruedas. La información que nos dieron, no facilitó mucho nuestra visita a la ciudad. Visitamos El Palacio de las Naciones, sede europea de la ONU, las visitas son guiadas en francés, italiano, inglés y, con una frecuencia horraría menor para grupos en español. El museo de Arte Moderno y Contemporáneo, el Museo Rath, el. Museo Patek Philippe La Catedral de St. Pierre, basílica de tres naves iniciadas en el siglo Xll, no fue finalizada hasta el siglo XVIII con una nueva fachada, se encuentro ubicada en el punto más elevado del casco antiguo, para su visita recomendamos el desplazamiento en taxi. Todos estos edificios son accesibles, no así, el Museo de Voltaire preciosa casa rodeada con un frondoso jardín que se visita de 14 a 18 horas, pero con una escalinata que impide su acceso, aunque el encargado se ofreció a subirme con mi silla de ruedas, ello no era posible. Paseamos por el muelle del lago Leman, por el parque inglés, por el casco histórico, la zona de tiendas y los alrededores de los edificios internacionales (OMS, Cruz Roja, ACNUR…) entre otros. Con la orientación y eficaz gestión de una empleada de la oficina de información de los ferrocarriles suizos, más de una hora dedico la señora en organizarnos una excursión a un pueblo de montaña. Así, viajamos en tren desde Ginebra a Aigle (1.35 h.), a dos minutos de la estación de ferrocarril, está la parada de la compañía de autobuses, que en 30 minutes, sube por una sinuosa carretera hasta Villars-sur-Ollon Región del Lago Leman. A una altura de 1.300 metros, en una terraza soleada expuesta al Sur y a gran altura encima del valle del Ródano, el centro turístico de Villars-sur-Ollon en el centro de los Alpes de Vaud se beneficia de unas vistas hermosas a los Dents-du-Midi, al macizo de Mont Blanc y hasta el Lago Leman. Esta villa tiene editada una pequeña guía sobre accesibilidad, entre la información que ofrece, incluye la de los cursos de sky para personas con movilidad reducida. La guía se consigue en la oficina de información turística.

Con ello, finalizó nuestra escapada a Suiza, éste es un país con un alto nivel de vida, como tantas veces hemos leído y nos han contado, con unos precios muy elevados y más aún para los españoles que lo visitamos, pero no todo es perfecto, también hay una población de excluidos que viven en los bordes de la organización social...

Aunque, en nuestros viajes (personas con diversidad funcional), siempre encontramos más dificultades que otras personas que viajan sin problemas de movilidad, estoy convencida que la información y el conocimiento de las ciudades nos facilita su recorrido. Así, al cruzar el desfiladero de Despeñaperros, de regreso a Andalucía, estas montañas, me recordaron, a aquellas otras montañas de los Alpes, y pensé hacer este breve resumen del recorrido que hicimos dos viajeras por Suiza, con la intención de facilitar a otras personas su visita a estas ciudades.

Sevilla, julio 2013

Gloria Lucena

3 comentarios:

  1. Gloria, muchas gracias por tus comentarios.
    Tu experiencia contribuye a que otros sigamos tus pasos.
    Excelente descripción de lo positivo y menos positivo porque yo creo que en viaje tan hermoso se olvidan los posibles inconvenientes que, por otro lado, nunca faltarán.
    Bienvenida a casa.
    Pepita.

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  2. Hola! Gracias por escribir vuestra experiencia. La verdad es que me resulta llamativo que el desarrollo económico no vaya unido a la accesibilidad, eso refleja que la calidad de vida de este país no es tan real como aparenta, o al menos no para toda su población. Saludos!!

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  3. Te felicito por el viaje , seguramente algún viajaré gracias por compartir tus experiencias. Les consulto si alguien conoce sillas de ruedas electricas de buena calidad porque tengo un amigo que está por comprarse una y no sabe bien que decisión tomar por la variedad que hay, saludos.

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