La fisonomía de Torrenueva, enclavada en la propia playa, está formada
por una vegetación de palmeras cercana al mar, arena fina que facilita
el paseo descalzo por la orilla y la seguridad proporcionada por dos
espigones, además, dispone de todo el equipamiento necesario para los
bañistas. Este anejo motrileño ha sabido recuperar parte de su encanto
de antaño y convertirse en una de las playas más populares de la Costa
Tropical.
La temporada pasada estrenaron nuevas pasarelas de hormigón para todo el
año, con lo que se ahorran el trabajo de montaje y desmontaje que se
hacía con las de madera. También el año pasado colocaron 14 duchas
nuevas, 7 de las cuales están adaptadas para personas con discapacidad.
En ese esfuerzo por adaptar las playas a todas las personas, de las 30
entradas que posee Torrenueva, 10 están preparadas con acceso a
minusválidos.
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